Producción de Cerezas: una alternativa al alcance del productor.

Ing. Agr. Jorge A. Zanovello

La crisis profunda que atraviesa la  fruticultura de la región, nos impulsa a replantear tanto los aspectos tecnológicos como los económicos a la hora de efectuar la reconversión.

Hasta  hace poco tiempo los productores de frutas reemplazaban sus montes de manzanos y perales de variedades de poco valor comercial por otras  de las mismas especies pero más modernas o de mayor aceptación. Pero la crisis es  generalizada y afecta con crudeza a las economías frutícolas de todo el mundo en lo referente a pomicultura, por eso cunde la angustia aún entre los que hace unos años invirtieron en dichas variedades porque tomaron créditos o comprometieron sus ahorros y no ven un mayor retorno de su inversión sino por el contrario se ajustan sus márgenes productivos.

Por ello es que ya no se habla tanto de reconversión sino de diversificación productiva, que permita aprovechar las bondades agroclimáticas, edáficas, de disponibilidad de agua y socioeconómicas de nuestro Valle.

En este sentido hace ya algunos años varios técnicos del sector oficial y privado de nuestra zona comenzaron a estudiar y experimentar con producciones comerciales de Cerezos.

Este si bien es un frutal muy conocido en la región, son todavía pocos los que lo plantaron con un sentido netamente comercial y en cantidades apreciables, con destinos de comercialización externos al Valle.

Considerando la situación mundial de producción y demanda se puede decir que la cereza es un fruto de baja oferta en contraestación, de buenos precios,  corta   conservación, lo que permite que en los períodos de oferta el mercado externo no esté saturado. Cabe destacar que Chile, coincidentemente con nuestro período de cosecha, es el mayor oferente hacia el Hemisferio Norte. Se observa que los precios en los mercados europeos y norteamericanos en el mes de Noviembre son un 15 a 25 % más altos que los de Diciembre. Esto nos abre una buena posibilidad de exportación a esos mercados en dichos meses.

Esta especie frutal experimentó en los últimos años un proceso de mejoramiento genético tanto varietal como en los portainjertos en varios países del mundo,  permitiendo realizar plantaciones intensivas de alta densidad y precocidad en su producción así como mejor adaptación a condiciones diversas.

Si bien todavía no terminó el proceso de recambio varietal, ya hay disponibles en el mercado local variedades nuevas injertadas sobre patrones nuevos, de vigor normal o semi enanizantes que abarcan un período de cosecha mas amplio.

La época de cosecha de las distintas variedades en nuestra zona  oscila entre principios de Noviembre a mediados de Diciembre, un poco más  tarde que en Mendoza, pero más temprano que en Mar del Plata,  Chubut y Santa Cruz, generando una ventana comercial tanto en el mercado interno extrazonal como para el mercado externo.

                           El cerezo requiere suelos sueltos , profundos, bien drenados, preferentemente ricos en materia orgánica, sin impedimentos físicos ni químicos que dificulten su desarrollo ni afecten su vida útil. El clima del Alto Valle es apto para el cerezo, con la única salvedad del peligro de heladas tardías, pero no más grave que para otras especies frutales ya implantadas. El agua de riego del sistema o de los cursos de agua de la zona es apta también para la irrigación del cultivo. El viento suele ser una limitante, pero recurriendo a los sistemas apoyados se minimiza el efecto del mismo.

Los sistemas de plantación y conducción modernos de alta eficiencia son diversos, y deben ser definidos antes de realizar la plantación para poder recibir todo el potencial productivo y la rentabilidad comercial que desarrolle el cultivo.

 En estos últimos años se han implantado en el Valle plantaciones de cerezos de alta densidad, con diversos sistemas de conducción como ser: Tatura, Tatura modificado, Marchand o Drapeau, Eje central, con densidades que van desde 900 a casi 2.000 plantas por Ha. Esto requiere del manejo de un paquete tecnológico apropiado para obtener los resultados proyectados; como ser: poda  y ortopedia en verde, irrigación controlada y manejo de stress hídrico, balances nutricionales, uso de reguladores de crecimiento, incentivaciones de yemas para obtener mayor cantidad de emisiones,etc.  

Se considera conveniente la utilización de riego por goteo, a fin de obtener un equilibrio vegetativo-productivo óptimo para lograr  altos volúmenes y calidades  de fruta  que puedan proveer una mayor rentabilidad de la inversión.

Bajo estas condiciones se pueden esperar rendimientos  de entre 10.000 y 15.000 Kgs /Ha,  a los 6 años aprox., pudiendo llegar a un tope productivo de 20.000 a 23.000 Kgs/Ha al 8vo año,  que conjugados con retornos de exportación de 2.5 a 3.5 u$s /Kg representan utilidades muy altas respecto de las producciones tradicionales del Valle.

Existen en la zona importantes ventajas comparativas para llevar adelante la producción de cerezas, entre otras tenemos una región con larga tradición frutícola, importantes inversiones en activos fijos que necesitan poca adecuación, mano de obra especializada, cercanía a un aeropuerto internacional con capacidad para exportación de frescos, infraestructura de servicios diseminada por todo el Alto Valle, para sólo destacar las más notorias.  

Las  principales limitantes para el desarrollo del cultivo en el Alto Valle han sido:  la falta de tecnología y logística específícas necesarias, pues la velocidad  de los procesos de acondicionamiento, frío y carga requeridos por esta fruta es muy alta; la escasa existencia de plantaciones intensivas donde esta especie sea el cultivo principal orientado a la exportación y sólo los excedentes vendidos en mercado interno, así como la precisión de todo el proceso comercial posterior.

Seguramente en otras ediciones se tratarán temas relacionados a este cultivo pero de manera más específica y profunda,  a efectos de aclarar conceptos técnicos y ayudar a los productores a tomar las decisiones mas convenientes para su desarrollo futuro y el de toda la actividad frutícola.