Hasta
hace tiempo atrás, la sustentabilidad era mencionada muy pocas veces en estudios
o literatura agrícola. Actualmente es una de las palabras más usadas.
Hay diferentes conceptos de sustentabilidad, pero ninguno es generalmente
aceptado. Para muchos, el término transmite la idea de un equilibrio entre
las necesidades humanas y lo concerniente al medio ambiente.
La sustentabilidad debería ser considerada dinámica porque, finalmente,
reflejará las necesidades cambiantes de una población global en crecimiento.
Productividad del suelo, procesos de degradación y prácticas de conservación.
Proceso
de Degradación del Suelo
Erosión del
suelo Escurrimiento
de Nutrientes Anegamiento
Desertificación Acidificación
Compactación Encostramiento Pérdida de
la Materia orgánica Salinización Percolación
de nutrientes Acumulación
de Tóxicos |
Productividad del Suelo
|
Prácticas de Conservación
de Suelo Labranzas
Conservacionistas Rotación del
Cultivo Drenaje Manejo de
Residuos Conservación
del Agua Terrazas Cultivo en
contorno Fertilizantes
Químicos Fertilizantes
Orgánicos Balance de
nutrientes Sistemas mejorados
para combinar Suelo, Clima y Cultivares |
Desarrollo Sustentable
El concepto de
Hornick y Parr presentado en el
cuadro anterior muestra que la productividad del suelo en un sistema agrícola
es dinámica. Esta cambia como resultado
de la relación entre los procesos negativos y positivos que ocurren simultáneamente. Un verdadero sistema
de sustentabilidad productiva es aquel en el cual los efectos de prácticas
de conservación igualan o superan los efectos de los procesos de degradación.
Este concepto es igualmente válido para sistemas de producción baja y alta.
Efecto del clima
El clima es a
menudo el factor más crítico que determina la sustentabilidad de sistemas agrícolas.
Los procesos más
importantes de degradación del suelo son la erosión y la disminución de la
materia orgánica. Cuando las temperaturas aumentan, disminuye la materia orgánica
y se acelera particularmente en suelos con labranza. El potencial de la erosión
eólica e hídrica aumenta en áreas más calurosas. Estos mismos procesos de
degradación se aceleran en áreas áridas
y semiáridas con regímenes de humedad
muy bajos.
No sólo los procesos de degradación del suelo se aceleran bajo regímenes climáticos áridos y calurosos. Los beneficios que pueden derivar de las prácticas de conservación de suelo en estos regímenes son menores que en aquellos de áreas más frescas o húmedas. Por ejemplo, las prácticas de conservación de suelo para aliviar la pérdida de materia orgánica y el control de la erosión del suelo, usualmente involucran residuos de cosecha, pero la disponibilidad de residuos disminuye en gran forma en áreas calientes y áridas.
Efecto del Suelo
El suelo es un
factor fundamental relacionado al desarrollo sustentable para sistemas agrícolas.
El Índice de Productividad
(IP) se afirma en la presunción de que el suelo es el mayor determinante
del rendimiento de cultivos debido a que proporciona el medio ambiente
para el crecimiento de la raíz. Investigadores evaluaron el potencial productivo
relativo de la tierra calculando un IP basado en la capacidad de disponibilidad
de agua del suelo, la resistencia para el crecimiento y desarrollo de la raíz
(densidad aparente) , y adecuado pH para
una profundidad de 1 metro.
Hay una preocupación
creciente sobre el manejo de los recursos naturales, particularmente la tierra
y agua y sobre el cambio climático global debido al efecto invernadero, causado
en parte por la degradación del suelo. La presión creciente sobre los recursos
naturales ha producido la desertificación de algunas áreas.
La desertificación
fue considerada en principio como el resultado de sequías prolongadas. Sin
embargo, en los años recientes, se ha llegado a la conclusión de que el mal
uso de la tierra es quizás el factor básico, y la sequía es sólo un factor
exacerbado. Dregne estableció que la pobreza, la ignorancia y la
codicia son las causas indirectas de desertificación. La causa directa es
el mal manejo del suelo a través de las practicas excesivas de pastoreo, tala
indiscriminada, métodos de labranza inapropiados, malos sistemas de distribución
de agua, y sobreexplotación de la tierra. La desertificación es, simplemente,
otra palabra para definir la degradación del suelo pero dentro de un contexto
de suelo árido.
En síntesis, una
población en crecimiento con altos ingresos y gran consumo de proteínas animales
intensifica la presión sobre los recursos suelo y agua. Durante décadas pasadas,
el adelanto tecnológico ha llevado a un aumento significativo en la producción
de cultivos. Al mismo tiempo, crece la idea de que algunas de estas tecnologías
han activado la degradación medioambiental.
La preocupación radica en que, en muchas áreas, estos sistemas de producción
agrícola no son sustentables.
Los factores más importantes que determinan la sustentabilidad
de un sistema son el clima y el suelo. El análisis cuidadoso de estos factores puede revelar una riqueza de
información para formular pautas y políticas. Las interacciones de los recursos,
la tecnología, y política del medio ambiente requieren alcances metodológicos
para:
-
cuantificar cómo los recursos del suelo
y el clima determinan apropiadas tecnologías potenciales;
-
determinar qué tecnologías seleccionadas
tienen impacto sobre el suelo;
-
desarrollar una estrategia para seleccionar
tecnologías de producción apropiada que enfrenten los objetivos económicos
y metas medioambientales. Algo que
el INTA ha hecho y sigue haciendo.
Además del énfasis
en la planificación del uso sistemático del suelo y manejo de los recursos,
existe la necesidad de supervisar los cambios del suelo como una parte integral
de estrategia de desarrollo agrícola. Esto es particularmente decisivo cuando
se trata de suelos marginales (de baja capacidad de uso agrícola) muy vulnerables
a la degradación química y física.
Los técnicos de INTA están documentando cambios
en la productividad del suelo, a la vez que proponen prácticas mejoradas sustentables
para beneficiar a los productores y por ende a toda la sociedad. Estos
trabajos de investigación sirven para la identificación temprana de problemas,
lo que permitirá la aplicación de intervenciones correctivas oportunas para
la protección del desarrollo agrícola nacional.
Es imprescindible
la necesidad de mayor implementación de políticas gubernamentales correctivas
y preventivas para planificar el uso de la tierra. En ese sentido, el Estado debe ejercer su poder de policía,
y hacer cumplir las disposiciones vigentes. La planificación preventiva
del uso de la tierra debe considerar los atributos y limitaciones de cada
sitio (suelo, clima y topografía), para el desarrollo agrícola y prescribir
a través de INTA y otros organismos el uso apropiado del suelo tendiente a
mantener la sustentabilidad del sistema productivo elegido.
Valoración política de los recursos naturales
La política y los programas gubernamentales siempre han
tenido su influencia en el uso de los recursos naturales. Algunas políticas
se esfuerzan en alentar el desarrollo de los recursos proporcionando capital
económico o de bajo costo como ayuda técnica, y/o acceso a establecimientos de infraestructura (caminos,
canales, y puertos). Otras políticas evolucionan en la respuesta a los problemas
con respecto a la manera en que son usados los recursos naturales: la conservación
y las políticas medioambientales que están relacionados con consecuencias
físicas y biológicas del uso de recursos, zonificación o división por zonas,
implementación de impuestos, etc; otras políticas
tienen impactos en el uso de la tierra, y una variedad de otras se
relacionan con el control y propiedad de los recursos naturales.
Las sociedades democráticas adoptan nuevas políticas o
adaptan las existentes cuando emerge un consenso generalizado sobre la necesidad
de encontrar un equilibrio entre los objetivos fundamentales del país y los
programas y políticas productivas del gobierno, o cuando se establece la existencia
de un mejor modo de conseguir algún objetivo deseado, como por ejemplo alcanzar
los 100 millones de toneladas de granos dentro del marco de la sustentabilidad.
La política de conservación de los recursos naturales suelo y agua está en el centro de lo que será como uno de
los mayores desafíos de esta centuria. La Argentina, menos
que nadie puede escapar de él.
Ing. Geóg. Hugo Marelli. INTA.Marcos Juárez
Octubre/2003
Referencias
bibliográficas:
·
Sustainable Agricultural Systems. C. A. Edwards,
et al. (Soil and Water Conservation
Society) 1990.
·
Soil Management for Sustainability. R. Lal, et al.
(Soil and Water Conservation Society) 1989.